Antonio Segura Zubizarreta, el mejor estudioso de la flora soriana y su gran descubridor, falleció el 17 de mayo de 2004 en Soria a la edad de 83 años. Nacido en Bilbao en 1921, tras diversos avatares de la Guerra Civil acaba trabajando de Ayudante de Montes. Va pasando por diferentes destinos como Arnedo (La Rioja), donde conoció a T.M. Losa, hasta que finalmente recala en Soria, lugar donde echaría raíces, trabajando como técnico en el Distrito Forestal. En los sesenta se inicia su inquietud por la botánica, sobre todo en lo referente a los pastos. Sin embargo, en Soria está sólo y no tiene con quién consultar sus dudas. En ese momento coincide con el Dr. P. Montserrat, el cual estaba realizando diversos ensayos y recolecciones de plantas pratenses por diversos puntos de la cuenca del Ebro y Duero, entre ellos el Puerto Piqueras. Montserrat le anima ejerciendo de maestro, pues ve en él un botánico en ciernes con “muy buen ojo para las plantas”. Su apoyo le lleva a parar en Soria siempre que viaja a Madrid, con el fin de poder estar con Antonio. A principios de los 70, apadrinado por el Dr. Montserrat, Antonio Segura ingresa en la Société pour l’Échange des Plantes Vasculaires de l’Europe Occidental et Bassin Méditerranéen, más conocida por los botánicos como la Sociedad de Intercambio de Lieja, siendo uno de los únicos cuatro botánicos españoles que en aquel momento forman parte de dicha Sociedad. Por esa época participa desde sus inicios en las Reuniones de la Sociedad para el Estudio de los Pastos, así como en las Reuniones de Botánicos Peninsulares que serán el germen de Flora iberica, de forma que cuando se pone en marcha el proyecto él figura como asesor. Durante más de tres décadas realiza una minuciosa tarea recolectora, no sólo en Soria si no por otras partes de la Península como Toledo, donde vive un hijo suyo, Zaragoza, La Rioja, Almería, etc., formando un herbario personal de varios miles de números. Cuando el material le desborda, tienen que deshacerse de algunos pliegos y el Jardín Botánico de Madrid le compra una parte de su colección, aunque otra parte queda en su poder. El hecho de encontrarse solo y de dedicarse a la botánica por afición hace que no sea muy prolífico en publicaciones. Sin embargo, todas ellas tienen novedades muy jugosas. Ya en 1969 saca lo que sería el primer catálogo florístico, que iría actualizando con diversas notas posteriores. A principios de los noventa le llega la jubilación, que desgraciadamente coincide con una fuerte pérdida de visión que le impide seguir estudiando la flora. En ese momento, Gonzalo Mateo forma el Grupo para el estudio de la flora del Sistema Ibérico y se pone en contacto con Antonio, animándole a sintetizar toda su información con el fin de publicarla en forma de Catálogo. Poco después, José Luis Benito se une al grupo de Gonzalo con el fin de sumar esfuerzos. Es así como, a partir de la numerosa información atesorada por Segura, completada con la nuestra conseguimos sacar, en 1998, la primera edición del Catálogo Florístico de la Provincia de Soria dentro de la serie Monografías de Flora Montiberica, en formato modesto y con una tirada corta que se agota en seguida, pero conseguimos el objetivo de que Antonio pueda ver por fin publicada la obra de su vida. Dos años más tarde, la Diputación Provincial de Soria reeditaría el Catálogo con una lujosa edición. Todos aquellos que han tenido la oportunidad de conocerle saben de su amabilidad y su pasión por las plantas, pues atendió y acompañó con agrado al campo a todo el que se lo pidió. Descanse en Paz. José Luis
Benito y Gonzalo Mateo, 20 mayo 2004 |
Noticias | Enviar información o correcciones a estos datos |